• FiLóLoGa BiBLióFiLa •: EL BLOG: HECHOS Y PALABRAS
Por diversos motivos, el blog ha quedado inactivo. Acumulo lecturas y reseñas muy atrasadas, no obstante espero retomar la actividad bloggera con ganas e ilusión, y quizá, nuevas ideas. ¡Nos vemos! xD

EL BLOG: HECHOS Y PALABRAS

Imagino que toca explicar cómo y por qué surgió Filóloga Bibliófila. Resumidamente diré que este espacio nació en 2009, aproximadamente en noviembre, y hacía meses sólo que había acabado un máster, el cual no sé muy bien por qué. Y otro año hacía que me había licenciado. En ese momento me sentía perdida, sin rumbo, que decidí leer y refugiarme entre páginas y expresarme luego, de alguna manera. Teniendo un perfil académico de corte humanístico y siendo lectora desde niña, escribir era y es algo habitual y gustoso. Así que decidí unir ambas, lectura y escritura: la reseña llegó a mi vida. 

Sigo resumiendo y digo que...

 

Filóloga Bibliófila o FB (sí, como las siglas de Facebook, casualidad) es un blog literario nacido aproximadamente el 10 de Noviembre de 2009, y constituye un lugar donde reseño (con sinceridad y buena tecla) a la vez que comparto mi gusto por la literatura en general y la lectura en particular, siempre en un ambiente de buen rollismo. Nació primeramente como un pequeño rincón donde dejar constancia de mis opiniones de los libros que leía para saber cuáles me gustaban y por qué, sin tener ni idea del trabajo que había detrás.
 

¿Qué pretendo con el blog?

Busco abrir un lugar para el diálogo poniendo al lector en el centro de la escena literaria, entendiendo que es un agente fundamental no sólo para la recepción sino para la concreción de la literatura. Me gustaría alentar a los visitantes del blog a que cojan un libro, que lo abran y lo lean, y al mismo tiempo hacerles ver que es un perfecto compañero de viajes y el mejor bálsamo para evadirse de la realidad.
 

¿Cómo surgió?

La idea de crear un blog nunca me la había planteado hasta que culminé mis estudios universitarios y empecé a tener más tiempo para dedicárselo a lo que durante la carrera no podía hacer: leer por placer. Bien es cierto que me mandaban leer mucho (hice filología), pero siempre lecturas impositivas, y yo entiendo la lectura como algo placentero: ahora podía elegir qué leer. Al mismo tiempo, le cogí el gusto a escribir sobre lo que leía, lo cual hacía en la más absoluta privacidad: ab
ría un documento Word y plasmaba mi opinión. Me di cuenta que estaba haciendo algo parecido a reseñar. Luego, me pregunté que por qué no lo compartía con los demás (hasta ese momento el disco duro de mi ordenador era mi único testigo). Metí las naricillas en Internet y fui a parar a los blogs. Tardé cero coma segundos en tener el mío propio. 
 

¿Y por qué el nombre Filóloga Bibliófila?

La historia del nombre es sencilla. Quería algo que estuviera vinculado a los libros y que también fuera una extensión de mi personalidad, una marca personal (los más modernos lo llamarían personal branding). Mi título universitario dice que soy Filóloga (para más curiosidad, especialidad inglesa) y además me considero una apasionada de los libros, aunque no exagerada, de ahí la segunda etiqueta de Bibliófila. Así quedó.

 
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Porque creo que no dije que soy de España